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En el siglo XIX, las mujeres no tienen voz; hasta que una se atreve a hablar; y en su voz florece la emancipación de todas.

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Acerca de mi nuevo libro, Flora Tristan (Editorial Vestales) 'En el siglo XIX; las mujeres no tienen voz; hasta que una se atreve a hablar; y en su voz florece la emancipación de todas. Sobre el libro No es sobre mí que quiero atraer la atención; sino sobre todas las mujeres que se encuentran en la misma situación y cuyo número aumenta diariamente. Ellas pasan por los mismos sufrimientos que los míos; están preocupadas por la misma clase de ideas y sienten los mismos afectos. Flora Tristán; a principios del siglo xix; antes de escribir; antes de convertirse en un ícono del feminismo; ha dicho basta: ha preferido volverse una paria a seguir en la casa de un marido que la maltrata; que ha sido antes su empleador en un trabajo aceptado por la desesperación del hambre. Entonces; se va de la casa en París; entonces; se embarca al Perú en busca de la herencia paterna; de lo que considera un derecho propio; aunque siempre le ha sido negado por una institución legal hecha por hombres para

Tres rosas. Y una mas

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    M uchas veces  sucede, de tanto estar viendo pasar la vida no encuentran qué decir. Nada nuevo bajo el sol, salvo, y a veces, alguna que otra aventura.  En invierno o en verano, y aun en estaciones intermedias,  ocupan aquel banco bajo el ciprés. -Que no son cipreses -solía decir una-, son araucarias. -Les digo que es un ciprés. -Este sí, pero los otros son araucarias. Y así cada día, como si no hubiera nada más a discutir. Y no lo había. No lo hay. Podría decirse que las tres son   de una gran belleza, con la belleza que da la juventud. Aunque una ya no es tan joven, sin embargo, en su intento   de revivir los momentos felices del pasado suele verse   como en aquellos días. Tal vez ayuda la ropa, y ese semblante   de una blancura sin mácula, diáfana, etérea. Una de ellas   es de pelo rojizo, con pecas en pómulos y nariz; la otra, bien podría ostentar canas, sin embargo   mantiene el tono café de su pelo lacio; la tercera, nunca abandona ese mohín de deshacerse los rulos

Manuela Saenz, Simon Bolivar y yo...

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Finalmente el 2019, año conflictivo y poco amable, me cierra con buenas nuevas. Esperanzas de un nuevo gobierno que ya es mucho decir pues  no las tenía cuando estaba por asumir el actual gobierno, que por suerte se esta yendo aunque deja una estela muy pesada como para que  nos resulten fácil de olvidar, por años, los últimos cuatro . En fin. No es este el tema . Lo cierto y bueno, para mí, es que después de casi veinte años de ser editada La  gloria eres tú, novela dedicada a Manuela Saenz, ha sido reeditada este Diciembre de 2019, en Argentina. No es la primera vez que se reedita. Lleva ya: una primera edición (2000-2001) y cuatro reediciones entre Argentina y Colombia. Siento que las novelas merecerían un backstage literario. Desde que empecé a escribirla  hasta hoy sería su tiempo. Especialmente, fue maravilloso mientras la escribía. Me indujo a hacerlo una carta de Manuela a su ex marido, que me facilitara una editora junto con un libro acerca prologado por Miguel Bonasso y

Día gris...

Muchas veces abandono lo que mas me gusta. Será porque me hace bien? Escribir por ejemplo. Escribir es, para empezar, el mejor ejemplo de lo que llevo negando este año agobiador. Ha sido un año complicado, lleno de presiones y vacío al mismo tiempo, sin embargo me han sucedido muchas cosas buenas. Pero las malas o al menos de resolución cotidiana y frivolas, me han impedido disfrutar lo disfrutable.  O por lo menos me han cubierto de una pátina turbia la mirada, como cuando los lentes estan llenos de dedos. Parece que algo mejorará, el gobierno y esas cuestiones que nos dominan la mente, las cuentas la falta de expectativa...o por lo menos eso nos hacen creer. Alejarnos de lo que nos hace bien, lo chiquito del diario vivir, mientras el país parecía caerse a pedazos, y es verdad que se cayó. Levantarlo será tarea diaria. Con fe. Fe? Sí, Fe. No solo parezco haber perdido la confianza sino la capacidad de goce... Dicen que con la edad sucede. Dicen. Dicen tantas cosas... "Si no pu

Una nueva travesura: Espiritus de amores

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M uchas veces les sucede, de tanto estar viendo pasar la vida no encuentran qué decir. Nada nuevo bajo el sol, salvo, y a veces, alguna que otra aventura.   En invierno o en verano, y aun en estaciones intermedias,   ocupan aquel banco de   granito bajo el ciprés. -Que no son cipreses -solía decir una-, son araucarias. -Les digo que es un ciprés. -Este sí, pero los otros son araucarias. Y así cada día, como si no hubiera nada más a discutir. Y no lo hay. Podría decirse que las son   de una gran belleza, con esa belleza que da la juventud. Aunque una ya no es tan joven, sin embargo, en su intento   de revivir los momentos felices del pasado suele verse   como en aquellos días. Tal vez las ayuda la ropa, y ese semblante   de una blancura sin mácula, casi translúcida. Una de ellas   es de pelo rojizo, con pecas en pómulos y   nariz; la otra, bien podría ostentar canas, sin embargo   mantiene el tono café de su pelo lacio; la tercera, nunca abandona ese mohín de deshacerse

Resignificación de la mujer intelectual a través de la reescritura femenina. La identidad autoral de la mujer de letras: Manso, una voz actual en ¡Cómo se atreve! de Silvia Miguens. por Norma Beatriz Martinez

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Universidad Nacional del Nordeste Argentino Facultad de Humanidades Departamento de Letras Resignificación de la mujer intelectual a través de la reescritura femenina. La identidad autoral de la mujer de letras: Manso, una voz actual en ¡Cómo se atreve! de Silvia Miguens. Jornadas de Literatura e investigación 2019 Índice Introducción: Fundamentación Sobre el discurso y la identidad con autoría La autoría intelectual compartida como una reescritura binaria: Muestra de la primera persona del singular extendida a la pluralidad autoral. Sobre los espacios de las intelectuales: de lo público a lo privado Intimidad de las cartas: La subjetividad de una intelectual atrevida del siglo XIX en boca de una intelectual en el XXI.  Masculinización de la palabra: la objetividad como estrategia de empoderamiento de las iguales. Conclusión. Bibliografía.  “Una mujer pensadora es un escándalo.... Y usted ha escandalizado a toda la raza”  15