No esta muerto ni vivo… Los sueños compensan. Son otro punto de vista. Mapas del camino hacia una vida más rica. Rica de placentera no de recursos. Un recurso en sí. El guardián del dormir, le dicen al sueño. Ese cotidiano y abundoso de cada noche. O de cada día. Fuego, agua, una ola hasta un mar bravío a mis pies como única salida, o entrada, apenas a un paso; un precipicio; un árbol, muchos, un jardín laberíntico o por lo menos boscoso y sin aparente salida. Aquel de hace unos años me gustó por sobre todos pero tuve que salir, abandoné el bosque pero el sueño no. Con frecuencia sueño con una casa, una casa nueva que se reacomoda a mi manera, o una casa vieja que presiento pero no conozco y por la que camino o repto buscando un rincón seguro. O que me inquiete. Una Patria. Cada tanto los muertos queridos me visitan y al desaparecer me dejan un cierto encantamiento. El sueño, los sueños o el ensueño, están ahí cada noche. Pertinente y sanad...
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