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                        Otro error                     Clarice arribó al aeropuerto de El Dorado, a comienzos de enero del siglo XXI. Dentro de la sencillez del conjunto, y del entorno, pisó tierra colombiana y se sintió a gusto. Le pareció acogedora. Aunque era  ella quien debía adaptarse y amañarse no a la inversa. Cómo pretender que un país se rindiera a sus pies. Dónde se ha visto. Con esa costumbre tan arraigada de vivir y observarse a sí misma dentro del mundo, le parecía extraño verse ahí leyendo el periódico como en casa, de pie y en la fila de migraciones, para finalizar aquel trayecto Buenos Aires-Bogotá. Mientras buscaba el estado del tiempo le resultó imposible eludir aquel titular “Asesinado director de Voz de la Selva. El 13 de diciembre, en Florencia, Caquetá, una ráfaga de disparos lo  mató a quemarropa en la puerta de su casa mientras se despedía de su esposa. El periodista, de 36 años y profesor de la Universidad de Florencia, investigaba las pruebas del ases
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De: Cómo se atreve, novela acerca de Juana Paula Manso De qué servirían los ferrocarriles si no tuviesen por misión, además del desarrollo del comercio, de la industria, el contacto de las ideas, el intercambio de las conquistas del pensamiento. ¿Cómo pueden los hombres que no leen seguir el rápido curso del movimiento intelectual del siglo? ¿Para qué quieren los que no saben leer o no leen jamás libros y diarios, ferrocarriles ni teléfonos? JUANA PAULA MANSO La tarea solicitada por Sarmiento a la Manso se llevó a cabo durante seis años, con el resentimiento y la oposición de buena parte de la sociedad, hasta que se tuvo que cerrar el colegio por falta de alumnos. Los últimos alumnos debieron abandonar la escuela y también Juana Paula, luego de elevar su renuncia a las autoridades de turno. Sin embargo, continuó su tarea desde los Anales : “¿Juzgáis que sin educar al pueblo podréis moralizaros...?”, aunque también fue detractada y rechazada cuando habló acerc
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No esta muerto ni vivo… Los sueños compensan. Son otro punto de vista. Mapas del camino hacia una vida  más rica. Rica de placentera no de recursos. Un recurso en sí. El guardián del dormir, le dicen al sueño. Ese cotidiano y abundoso de cada noche. O de cada día. Fuego, agua,  una ola hasta  un mar bravío a mis pies como única salida, o entrada, apenas a un paso; un precipicio;  un árbol, muchos, un jardín laberíntico o por lo menos boscoso y sin aparente salida. Aquel de hace unos años me gustó por sobre todos pero tuve que salir, abandoné el bosque pero el sueño no. Con frecuencia sueño con una casa, una casa nueva que se reacomoda  a mi manera, o una casa vieja  que presiento pero no conozco y por la que camino o repto  buscando un rincón seguro. O que me inquiete. Una Patria. Cada tanto los muertos queridos me visitan y al desaparecer me dejan un cierto encantamiento. El sueño, los sueños o el ensueño, están ahí cada noche. Pertinente y sanadora posibilidad, aun tratándose de
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Al fin se editó. En Julio de 2016 salió a la luz. Muchas cosas pasaron desde entonces, y aun cuando recién salía. Pasó la vida. Hoy estamos las dos. En este sitio, donde la escritura parece ser la salvación.