Día gris...
Muchas veces abandono lo que mas me gusta. Será porque me hace bien? Escribir por ejemplo. Escribir es, para empezar, el mejor ejemplo de lo que llevo negando este año agobiador. Ha sido un año complicado, lleno de presiones y vacío al mismo tiempo, sin embargo me han sucedido muchas cosas buenas. Pero las malas o al menos de resolución cotidiana y frivolas, me han impedido disfrutar lo disfrutable. O por lo menos me han cubierto de una pátina turbia la mirada, como cuando los lentes estan llenos de dedos.
Parece que algo mejorará, el gobierno y esas cuestiones que nos dominan la mente, las cuentas la falta de expectativa...o por lo menos eso nos hacen creer. Alejarnos de lo que nos hace bien, lo chiquito del diario vivir, mientras el país parecía caerse a pedazos, y es verdad que se cayó. Levantarlo será tarea diaria. Con fe. Fe? Sí, Fe. No solo parezco haber perdido la confianza sino la capacidad de goce...
Dicen que con la edad sucede. Dicen. Dicen tantas cosas...
"Si no puedo bailar no creo en su revolución", algo así decía Emma Goldman, y así debe ser...así debiera ser. Ser con Fe. El bailar cotidiano debe ser el del placer y "la palabra como arma", según Emma. Ahí, aquí, en este recinto que soy y estoy, tengo la posibilidad de bailar mi baile, a mi ritmo, a mi tiempo y esgrimir la palabra...bailar y escribir, imaginar un mundo mejor, acorde a la melodía que pueda tararear...No queda tanto por delante, nunca queda tanto por delante. Vengo perdiendo esa capacidad de gozar de ambas cosas. Voy en tren de recuperarlo. Resolver en la practica el día a día no puede ser invalidante. No debe serlo. No debemos permitirlo. No debemos permitirnos ese lujo. Cien veces, no debo permitirlo.
Nada hay mas placentero que una música suave, la lectura y la escritura. Pactar con la propia soledad y el paso de los años, aconsejaba Gabriel García Marquez. De eso se trata. Algo tan simple y dicho hasta el cansancio como disfrutar lo de uno, amar lo que se tiene y no vivir penando lo que no se puede o alcanza o tiene ni se tendrá nunca ya.
Evidentemente hoy, mi pensamiento es muy primario. Pero, no por primario menos necesario recordarlo. Sé que no seré hoy la unica en sentirse de ese modo.
"Preferiría no hacerlo...", segun Melville, preferiria no seguir entrampada en la sociedad de prensa y consumo, hoy escuchando a uno de mis periodistas favoritos estuvo mas de 15 minutos diciendo del por qué y los cómos del aumento del 5% de la nafta...o algo así. Yo, andaba dispersa leyendo cosas por el estilo en las redes y cuando le prestaba atención lo escuchaba repetir el comentario, cuando lo interrumpìan para dar las noticias, hablaban del aumento de la nafta, las mismas palabras el mismo concepto con otra voz. Apaguè la radio, puse mi compilado de música, jazz, lo mas alejado posible de cualquier palabra dicha. No quiero oir mas al prescindente de turno ni sus canalladas ni a sus criticos, tampoco acerca del Presidente por venir, aunque concuerdo con él y lo elegí.
Tiene que haber posibilidad de bailar a mi ritmo...si no, repito, no hay re-evolución posible.
Ayer falleció Alfredo Molano, en Colombia. Y leo acerca de él unos comentarios escritos por Martha Ruíz en una reseña de hace unos años: "Molano, es entonces, un hombre solo. Esa soledad parece gustarle. O por lo menos, parece no importarle en absoluto. Ni siquiera de ella -como de casi nada- se ufana su escritura. Alfredo Molano no se ha acomodado a nada. Su obra es literatura y a la vez supera la literatura, querque puede ser leída desde dos orillas, dependiendo de cómo caiga la moneda: como Historia convertida en Literatura o momo literatura convertida en contra-Historia."
Hay referentes, sí. Aunque mueran siempre se nos quedan aquí. Son los que valen. Los que necesitamos. Recuerdo a Osvaldo Bayer, pensando en esto de los referentes. Y volviendo a Molano, recuerdo también algunas de sus palabras que me reservo como frase a esgrimir: "Esta no es la historia de mi vida sino la historia de una mirada..." y una más de Melville: "De todos modos no me siento a gusto en ningun lugar"...salvo aquí, escribiendo rodeada de Emma Godman, de Melville, Molano y Bayer, entre tantos y tantas, con sus palabras escritas alcanza. Retomaré entonces, la novela en curso, dos para mas datos, y éste abandonado blog.
Parece que algo mejorará, el gobierno y esas cuestiones que nos dominan la mente, las cuentas la falta de expectativa...o por lo menos eso nos hacen creer. Alejarnos de lo que nos hace bien, lo chiquito del diario vivir, mientras el país parecía caerse a pedazos, y es verdad que se cayó. Levantarlo será tarea diaria. Con fe. Fe? Sí, Fe. No solo parezco haber perdido la confianza sino la capacidad de goce...
Dicen que con la edad sucede. Dicen. Dicen tantas cosas...
"Si no puedo bailar no creo en su revolución", algo así decía Emma Goldman, y así debe ser...así debiera ser. Ser con Fe. El bailar cotidiano debe ser el del placer y "la palabra como arma", según Emma. Ahí, aquí, en este recinto que soy y estoy, tengo la posibilidad de bailar mi baile, a mi ritmo, a mi tiempo y esgrimir la palabra...bailar y escribir, imaginar un mundo mejor, acorde a la melodía que pueda tararear...No queda tanto por delante, nunca queda tanto por delante. Vengo perdiendo esa capacidad de gozar de ambas cosas. Voy en tren de recuperarlo. Resolver en la practica el día a día no puede ser invalidante. No debe serlo. No debemos permitirlo. No debemos permitirnos ese lujo. Cien veces, no debo permitirlo.
Nada hay mas placentero que una música suave, la lectura y la escritura. Pactar con la propia soledad y el paso de los años, aconsejaba Gabriel García Marquez. De eso se trata. Algo tan simple y dicho hasta el cansancio como disfrutar lo de uno, amar lo que se tiene y no vivir penando lo que no se puede o alcanza o tiene ni se tendrá nunca ya.
Evidentemente hoy, mi pensamiento es muy primario. Pero, no por primario menos necesario recordarlo. Sé que no seré hoy la unica en sentirse de ese modo.
"Preferiría no hacerlo...", segun Melville, preferiria no seguir entrampada en la sociedad de prensa y consumo, hoy escuchando a uno de mis periodistas favoritos estuvo mas de 15 minutos diciendo del por qué y los cómos del aumento del 5% de la nafta...o algo así. Yo, andaba dispersa leyendo cosas por el estilo en las redes y cuando le prestaba atención lo escuchaba repetir el comentario, cuando lo interrumpìan para dar las noticias, hablaban del aumento de la nafta, las mismas palabras el mismo concepto con otra voz. Apaguè la radio, puse mi compilado de música, jazz, lo mas alejado posible de cualquier palabra dicha. No quiero oir mas al prescindente de turno ni sus canalladas ni a sus criticos, tampoco acerca del Presidente por venir, aunque concuerdo con él y lo elegí.
Tiene que haber posibilidad de bailar a mi ritmo...si no, repito, no hay re-evolución posible.
Ayer falleció Alfredo Molano, en Colombia. Y leo acerca de él unos comentarios escritos por Martha Ruíz en una reseña de hace unos años: "Molano, es entonces, un hombre solo. Esa soledad parece gustarle. O por lo menos, parece no importarle en absoluto. Ni siquiera de ella -como de casi nada- se ufana su escritura. Alfredo Molano no se ha acomodado a nada. Su obra es literatura y a la vez supera la literatura, querque puede ser leída desde dos orillas, dependiendo de cómo caiga la moneda: como Historia convertida en Literatura o momo literatura convertida en contra-Historia."
Hay referentes, sí. Aunque mueran siempre se nos quedan aquí. Son los que valen. Los que necesitamos. Recuerdo a Osvaldo Bayer, pensando en esto de los referentes. Y volviendo a Molano, recuerdo también algunas de sus palabras que me reservo como frase a esgrimir: "Esta no es la historia de mi vida sino la historia de una mirada..." y una más de Melville: "De todos modos no me siento a gusto en ningun lugar"...salvo aquí, escribiendo rodeada de Emma Godman, de Melville, Molano y Bayer, entre tantos y tantas, con sus palabras escritas alcanza. Retomaré entonces, la novela en curso, dos para mas datos, y éste abandonado blog.
Comentarios